miércoles, 17 de agosto de 2011

Primeros mil días de vida, determinantes para la salud

Estudio realizado por la universidad inglesa de Southampton sugiere que en gran parte la salud en la edad adulta es decidida en los primeros mil días de vida de las personas

LONDRES, Inglaterra, ago. 17, 2011.- Puede que dejemos de fumar, que decidamos ir al gimnasio y comer mejor, todo en pos de una mejor salud.

Éstas son decisiones que normalmente tomamos ya en la edad adulta.

Pero un nuevo estudio realizado en la universidad inglesa de Southampton, sugiere que mucha de nuestra salud futura fue decidida en los primeros mil días de nuestra existencia.

DESDE DIABETES HASTA PROBLEMAS CARDIACOS

Cuando hablamos de mil días, éstos incluyen los 9 meses que permanecemos en el vientre materno, mas los primeros 2 años fuera de él.

Ese período, encontró el profesor británico David Barker tras décadas de estudio, pueden afectar permanentemente las posibilidades de que en la edad adulta suframos de enfermedades como la diabetes o problemas del corazón, así como determinar nuestro peso y la expectativa de vida.

La universidad de Southampton cree que en el desarrollo del feto y del bebé recién nacido, hay distintas fases, todas críticas, y que si las condiciones en cada una de ellas no son perfectas, puede haber serios problemas futuros.

SENTIDO COMÚN

Muchos de los peligros ocurren cuando el bebé no ha nacido aún.

Y tienen que ver además con puro sentido común: una mala nutrición de la madre, el fumar o tomar drogas, el alcohol y el estrés son todos factores que entran en juego.

El profesor Barker ha demostrado que si un bebé pesa poco al nacer, tiene más probabilidades de tener problemas cardíacos al crecer.

Se piensa que cuando la alimentación es escasa en el claustro materno, el organismo opta por enviar la mayor parte de la poca energía al cerebro del bebé, dejando a un lado el corazón, dañándolo.

Lo mismo ocurre con la diabetes, ya que las células del páncreas responsables de la producción de insulina se desarrollan también antes del nacimiento.

Por ello es importante que la futura madre no fume, consuma ácido fólico, evite el estrés, no beba alcohol, particularmente durante los primeros 3 meses de embarazo, y trate de alcanzar su peso ideal antes de encargar.

El profesor Barker añade además que muchos de estos efectos y causas son inamovibles, y que el mejor consejo para las mujeres en particular es cuidar de su cuerpo y salud, no sólo en el embarazo, sino durante su vida entera.

"La idea es construir el mejor cuerpo posible para que cuando llegue el momento, el bebé pueda mantenerse de la mejor manera posible. Hay que recordar que el bebé vive del cuerpo de su madre, y no de lo que ella ingiera únicamente durante los 9 meses de embarazo", añadió el científico.


Por: Horacio Rocha Staines | Fuente: Noticieros Televisa | 2011-08-17 08:11

martes, 16 de agosto de 2011

COLESTEROL BUENO Y MALO LA DIFERENCIA

El colesterol y otras grasas no se pueden disolver en la sangre. Deben transportarse de y hacia las células por acarreadores especiales llamados lipoproteínas. Existen dos tipos que necesita conocer.

Las lipoproteínas de baja densidad (LDL) son conocidas como el colesterol “malo”. Demasiado colesterol LDL puede tapar sus arterias, lo que aumenta su riesgo de tener un ataque al corazón o un accidente cerbrovascular.

Las lipoproteínas de alta densidad (HDL) son conocidas como el colesterol “bueno”. Su organismo produce el colesterol HDL para su protección. Este acarrea el colesterol lejos de sus arterias. Los estudios sugieren que los altos niveles del colesterol HDL reducen los riesgos de un ataque cardiaco.

¿Por qué se considera “malo” el colesterol LDL?

Cuando demasiado colesterol LDL circula en la sangre, éste puede poco a poco ir creando una capa en las paredes internas de las arterias que alimentan al corazón y al cerebro. En conjunto con otras sustancias puede formar una placa, un depósito duro y grueso que puede tapar esas arterias. Este padecimiento se conoce como aterosclerosis. Si un coágulo se forma y bloquea una arteria ya estrecha, éste puede provocar un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular.

Los niveles de colesterol HDL y LDL en la sangre se miden para evaluar los riesgos de tener un ataque cardiaco. El colesterol LDL de menos de 100 mg/dL es el nivel ideal. Menos de 130 mg/dL es casi lo ideal para la mayoría de las personas.

Un nivel alto de LDL (más de 160 mg/dL o 130 mg/dL o más si tiene dos o más factores de riesgo de una enfermedad cardiovascular) refleja un aumento en el riesgo de una enfermedad cardiaca. Esa es la razón por la cual el colesterol LDL se denomina con frecuencia colesterol “malo”.

¿Por qué se considera “bueno” el colesterol HDL?

Alrededor de un tercio a un cuarto del colesterol en la sangre es transportado por lipoproteínas de alta densidad (HDL). El colesterol HDL se conoce como colesterol “bueno” debido a que un alto nivel de éste parece proteger contra un ataque cardiaco. (Los niveles bajos de colesterol HDL [menos de 40 mg/dL] aumentan el riesgo de tener una enfermedad cardiaca.) Los expertos médicos piensan que las lipoproteínas de alta densidad (HDL) tienden a llevarse el colesterol de las arterias al hígado, para que sea excretado del organismo.

Algunos expertos piensan que la HDL retira el exceso de colesterol de las placas en las arterias, y por ello retrasa la acumulación.